Problemas de aprendizaje y lenguaje
Dificultades de aprendizaje y lenguaje
Aprendizaje
Los problemas de aprendizaje afectan la manera en la que una persona entiende, recuerda y responde a cualquier información nueva. Las personas con problemas de aprendizaje pueden tener problemas para:
- Escuchar o prestar atención
- Hablar
- Leer o escribir
- Resolver problemas matemáticos
Aunque los problemas de aprendizaje ocurren en niños muy pequeños, suelen pasar desapercibidos hasta que el niño llega a la edad escolar. Aproximadamente un tercio de los niños con estos problemas también tienen trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), que dificulta la concentración.
Lenguaje
Nos dedicamos a evaluar, diagnosticar y rehabilitar los distintos trastornos del habla y lenguaje tanto en niños como en adultos.
Lenguaje
Los dificultades de lenguaje que tratamos habitualmente son dislalias, disfonías, disfemias y trastornos específicos del lenguaje.
Dislalias
El niño con dislalia omite ciertos sonidos, o los sustituye por otros de forma incorrecta; por ejemplo, dice apo o tapo, en lugar de sapo. Con frecuencia, es capaz de pronunciar correctamente las sílabas por separado (sa) pero, al unir los fonemas, comete errores. Esto hace que su lenguaje pueda resultar en ocasiones ininteligible
Las dislalias pueden ser de varios tipos:
- Fisiológicas
- Son debidas a la inmadurez de los órganos del habla cuando los niños todavía son pequeños, por lo que todos pasan por una fase de dislexia, que debe preocupar a los padres si continúa después de los 4 años de edad, porque entonces podría estar motivada por causas orgánicas.
- Audiógenas
- Están asociadas a un defecto en la audición que impide al niño adquirir la facultad de expresarse con normalidad (si su percepción auditiva es defectuosa, también lo será su pronunciación), y dificulta su aprendizaje en la escuela.
- Funcionales
- Se trata de un defecto de la articulación del lenguaje originado por un funcionamiento anormal de los órganos periféricos del habla. Los fonemas que se omiten, sustituyen o deforman con mayor frecuencia son: r, s, z, l, k y ch. Este tipo de dislalia es el más común, y los afectados no tienen ningún defecto orgánico que la provoque.
Entre otras causas, las dislalias funcionales pueden ser debidas a una educación insuficiente o un entorno familiar o social poco favorable para el niño (bajo nivel cultural y económico, desinterés de los padres…).
Aunque en ocasiones este tipo de dislalia desparece espontáneamente cuando el niño crece, es preciso intervenir para corregirla si persiste después de los cuatro años, para evitar las posibles consecuencias negativas que podría tener sobre el desarrollo cognitivo y las relaciones sociales del menor.
- Se trata de un defecto de la articulación del lenguaje originado por un funcionamiento anormal de los órganos periféricos del habla. Los fonemas que se omiten, sustituyen o deforman con mayor frecuencia son: r, s, z, l, k y ch. Este tipo de dislalia es el más común, y los afectados no tienen ningún defecto orgánico que la provoque.
- Orgánicas
- También conocidas como disglosias, se dice que son orgánicas cuando los fallos en la pronunciación están asociados a ciertos defectos de los órganos que intervienen en el habla. Se clasifican en función de la zona defectuosa:
- Labiales.
- Linguales.
- Dentales.
- Palatinas.
- Nasales.
- Mandibulares.
- También conocidas como disglosias, se dice que son orgánicas cuando los fallos en la pronunciación están asociados a ciertos defectos de los órganos que intervienen en el habla. Se clasifican en función de la zona defectuosa:
Disfonías
Muchas de deben a un mal uso vocal. Se clasifican en orgánicas y funcionales.
- Orgánicas
- Se deben a nódulos, pólipos, quistes, edema de Reinke, laringitis, etc.
- Funcionales
- Son hiperfunción, hipofunción, disfonía espástica, etc.
Disfemias o tartamudez
Según el criterio de la Sociedad Americana, las disfemias son alteraciones del lenguaje caracterizadas por tropiezos, espasmos y repeticiones debido a una imperfecta coordinación de las funciones ideomotrices cerebrales.
Es una alteración de la comunicación (más que del lenguaje) consistente en una falta de coordinación motriz de los órganos fonadores que se manifiesta en forma de espasmos que alteran el ritmo normal de la palabra articulada.
Trastorno especifico del lenguaje
El trastorno específico del lenguaje, TEL (Specific Language Impairment, SLI) es un trastorno que retrasa la adquisición del lenguaje en niños que no tienen pérdida de audición ni ninguna otra causa de retraso en su desarrollo. El trastorno específico del lenguaje también se conoce como trastorno del desarrollo del lenguaje, retraso en el lenguaje o disfasia de desarrollo. Es una de las discapacidades del aprendizaje más comunes durante la niñez, que afecta aproximadamente del 7 al 8 por ciento de los niños en el jardín de infancia. El impacto del TEL persiste en la edad adulta.
Dificultades de aprendizaje
A continuación, detallamos los trastornos que nos encontramos habitualmente y tratamos con éxito en la consulta.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
Atendiendo a su carácter específico, los disléxicos son niños y niñas inteligentes que sólo presentan dificultades en tareas relacionadas con la lectura y la escritura. Por tanto, no se consideran disléxicos los niños que tienen un retraso intelectual o madurativo, niños con alguna discapacidad psíquica o física o niños no escolarizados o que estén en situaciones ambientales desfavorables.
La disortografía se refiere a la dificultad significativa en la trascripción del código escrito de forma inexacta, es decir, a la presencia de grandes dificultades en la asociación entre el código escrito, las normas ortográficas y la escritura de las palabras. De esta forma las dificultades residen en la asociación entre sonido y grafía o bien en la integración de la normativa ortográfica, o en ambos aspectos.
La disgrafía es un trastorno funcional, es decir, que no está causado por una lesión cerebral o sensorial, ni por una deficiencia intelectual, y que afecta a la grafía, es decir a la forma o trazado, de las letras. Como ya señaló Ajuriaguerra en su “Manual de Psiquiatría Infantil”: “Será disgráfico todo niño cuya escritura sea defectuosa, si no tiene ningún déficit neurológico o intelectual que lo justifique”. A esta Disgrafía también se le conoce por Disgrafía Primaria, Disgrafía Evolutiva y Disgrafía Funcional.
La discalculia o dificultades en el aprendizaje de las matemáticas (DAM) es una dificultad de aprendizaje específica en matemáticas que es el equivalente a la dislexia, sólo que en lugar de tratarse de los problemas que enfrenta un niño para expresarse correctamente en el lenguaje, se trata de dificultad para comprender y realizar cálculos matemáticos. Afecta a un porcentaje de la población infantil entre el 3% y el 6%.
El trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), es un trastorno que se inicia en la infancia y se caracteriza por dificultades para mantener la atención, hiperactividad o exceso de movimiento e impulsividad o dificultades en el control de los impulsos.
El TDAH se ubica en la clasificación de los trastornos mentales del APA (Asociación Americana de Psiquiatría), en el apartado de trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador (DSM IV, cuarta edición del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, 1994).
De acuerdo con ésta clasificación, se establecen 3 subtipos del TDAH, según la presentación del síntoma predominante:
- Tipo con predominio del déficit de atención.
- Tipo con predominio de la impulsividad-hiperactividad.
- Tipo combinado, donde predominan tanto síntomas de desatención como de impulsividad-hiperactividad.
Las funciones ejecutivas consisten en varias destrezas mentales que ayudan al cerebro a organizar y actuar de acuerdo a la información que recibe. Estas habilidades permiten a las personas planificar, organizar, recordar cosas, dar prioridad a las actividades, prestar atención y comenzar tareas. También ayudan a las personas a utilizar la información y las experiencias del pasado para resolver problemas actuales.